Si nos lo hemos encontrado en el suelo, tenemos que comprobar que no se encuentre cerca de su nido. Los gorriones protegen a sus crías y las acompañan durante su crecimiento. Igualmente si ves que está fuera de su nido y el gorrión aún no ha desarrollado las plumas, este puede haber caído por un golpe de viento. En estos casos, siempre se aconseja devolver la cría de gorrión a su nido. Si no podemos volver a introducirlo, podemos llevárnoslo para cuidarlo.

¿Qué es lo primero que debemos de hacer?

Para poder cuidar a una cría de gorrión y darle cobijo vamos a necesitar una caja o una jaula que en el fondo no tenga barrotes para que pueda apoyar sus patitas bien. La cría de gorrión la asociará a un sitio seguro y la tendrá como su hogar.

Para que esté cómodo, le prepararemos una cama/nido en su estancia. Esta puede ser de algodón o una tela suave. Debemos procurar que la cría se encuentre caliente ya que necesitan mucho calor. Esta cama debe mantenerse limpia todos los días.

La jaula la tenemos que colocar donde llegue la luz indirecta del sol, no es recomendable que el gorrión esté expuesto a la luz solar directa por mucho tiempo. Sin embargo, tampoco es aconsejable evitar por completo su recepción, pues la cría de gorrión necesita de la luz solar para colorear sus alas.

¿Cómo debemos de alimentarle?

Si hemos recogido la cría de gorrión de la calle debemos pensar que posiblemente se encuentre deshidratada tras pasar varias horas fuera del nido. En su ambiente natural, sus padres le darían pequeñas gotas de agua directamete desde su pico. En nuestro caso, lo aconsejable es darle un poco de agua con una jeringuilla (sin aguja) introduciendola suavemente hasta su garganta y suministrandosela gota a gota, pues si no lo hacemos de esta manera cabe la posibilidad de que el agua se le derive a los pulmones y lo axfisie. La jeringuilla tendrá que ser introducida a través de su boquera, es decir, por la parte lateral de su pico con mucha suavidad para no hacerle daño.

Es muy importante no dar leche a los gorriones, puesto que no la toleran y podrían morir por ello.

Comen con una frecuencia de 2 a 3 horas. Si detectamos que tienen el buche vacío, también les podemos dar de comer.

La papilla que le debemos proporcionar se puede comprar en cualquier tienda de animales. En caso de no tener acceso a este tipo de comida, podemos prepara una nosotros mismos de manera puntual.

Podemos reblandecer pienso de perro o gato molido y remojado con agua hasta crear una pasta o también podemos seguir esta receta:

  • Una yema de huevo duro y una galleta María.
  • Añadirle agua hasta conseguir la consistencia necesaria para poder salir por la boca de la jeringuilla.

Cuando les demos de comer hemos de estar atentos de no mancharles con la papilla o pasta, ya que esta se puede secar y terminar siendo un problema al pegarse en sus plumas. Si le hemos manchado, limpiaremos suavente la zona en el sentido de las plumas con un paño o servilleta húmedo.

Por otro lado, debemos observar también que los orificios nasales del pico no queden obstruidos, puesto que podría desencadenar en un problema mayor. Limpiaremos la zona de la misma manera que en el punto anterior.

A medida que crece, el gorrión irá alimentándose por sí solo y podremos utilizar un bebedero para el agua y un recipiente para que picotee la comida directamente.

¿Debemos dejarle en libertad cuando ya coma por si solo?

Si, hay que dejarle en libertad. Una vez que el ave ya tenga sus plumas empezaremos a enseñarle a volar. Colocaremos al ave en nuestro dedo indice y lo moveremos de arriba a abajo suavemente y él mismo ira agitando sus alas. Es conveniente no tener la mano muy alejada del suelo, pues al no saber volar las primeras veces el ave caerá planeando pero se dará contra el suelo. Este proceso es lento, necesitaremos varios días de entrenamiento.

Recuerda que ante cualquier duda, es aconsejable que acudas a un especialista o veterinario para que te ayude.